En este texto, el autor hace una reseña de la Primera CISS, de la que menciona fue transcendental "porque precisó el sentido de la seguridad social "como el de una economía auténtica y racional de los recursos y valores humanos" y declaró que "cada país debe crear, mantener y acrecentar el valor intelectual, moral y físico de sus generaciones activas, preparar el camino a las generaciones venideras y sostener a las generaciones eliminadas de la vida productiva"." Hace mención que la Ley, de 30 de diciembre de 1942 se apegó a las resoluciones de la Conferencia Interamericana, que sentó las bases para la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social como un organismo nacional de servicio público, descentralizado, obligatorio y con representación tripartita en el Consejo Técnico, la Asamblea General y la Comisión de Vigilancia.