La influencia económica de la seguridad social se manifiesta con toda naturalidad por los dos polos de contacto entre lo social y lo económico, a saber, las prestaciones y el financiamiento. Por una parte, el pago de las prestaciones previstas por la legislación social implica que la economía pueda poner a disposición de los beneficiarios todos los bienes de consumo indispensables. Por otra parte, para financiar un régimen de seguridad social, es necesario tomar una parte adecuada de los ingresos de la población activa en forma de cotizaciones o de impuesto fiscal, con miras a la redistribución inmediata de esta parte de la renta nacional o a reservarla total o parcialmenteAmérica Latina si se reserva esta renta, ello conduce sin más al problema de la inversión de fondos, que, a su vez, planteará un nuevo problema económico.(AU)